Para nada fácil que las primeras comunidades cristianas llegaran con resolución a la representación del patíbulo en el cual fuera (aparentemente) derrotado el Hijo de Dios. El tema de la ejecución (condenación y maldición) sumado al problema plástico (proclive a la idolatría), parecen explicar la tardanza de llegar a ese primer intento de un crucificado que encontraremos solo hasta el siglo IV-V. Poco después se da la respuesta teológica que pretendía superar la problemática herejía que negaba o separaba la condición divina de la humana y otro tanto después el papel devocional, espiritual y (si se lo quiere) litúrgico de dichas representaciones. Pero mucho antes del Renacimiento Humanista del siglo XV ya el franciscanismo del siglo XIII hab...