A través de los 44 libros que he publicado, desde que mi novela Los bienaventurados ganó en Madrid el premio Nova Navis de Aguilar S.A. de ediciones en 1960, hay una constante: la preocupación por el hombre. Y especialmente, por el hombre de América, en sus circunstancias elementales pero definitivas, como el amor, la paz, el trabajo, la aceptación de su autenticidad, vale decir de se mestizaje, y la construcción de un futuro, que no puede ser copiado de otras partes, sino totalmente propio como propias son sus características esenciales. Esa imagen del hombre, del mestizo que somos, aparecen en toda mis novelas, baste citas Camino que anda , que es una revisión de la historia de América y una propuesta utópica pero emocionada y viva d...