La recuperación de la figura madariaguesca en los últimos años es más que evidente. Desde el análisis de sus trabajos cervantinos, que vieron la luz hace unos años (Dotras Bravo 2008), he venido ampliando mis conocimientos sobre Madariaga y su obra, en principio ensayística y literaria, más adelante novelesca, basando en ella los pilares de mi trabajo investigador. Diversas publicaciones han salido en varios medios especializados que demuestran la vigencia del autor en el siglo XXI y la pertinencia de su vuelta a la primera línea, tal vez por la importancia de la novela histórica en la actualidad, que alienta en parte la edición del ciclo Esquiveles y Manriques (Madariaga 2014). Sus lecturas políticas e históricas más eviden...