En los últimos años se ha producido en España un fuerte incremento de la demanda de energía primaria que no se ha acompañado de un crecimiento similar en la producción nacional, aumentando de este modo la dependencia energética con el exterior. Y ello a pesar del desarrollo de las energías renovables y especialmente de la eólica. El crecimiento del sector eólico no sólo ha convertido a España en el tercer país del mundo por potencia instalada sino que ha generado un activo tejido industrial con empresas de referencia internacional. Muchas de estas industrias eólicas así como la mayoría de los parques de aerogeneradores se localizan en pequeños municipios, contribuyendo al desarrollo de los mismos gracias a los beneficios económicos que gene...