Continuing need for an ethics of virtue and character

En salud, tan importantes como las normas y políticas y, aún más, son las características éticas de su atención que, en definitiva, establecen la diferencia de la atención humana en salud. No son las regulaciones ni las leyes que existan para determinadas conductas y comportamientos las que generan una actitud tierna y generosa hacia los adultos mayores enfermos. Solamente profesionales con esa disposición pueden responder adecuadamente a sus necesidades. Si ellos no lo hacen y actúan de la manera tradicional con que procede el personal sanitario, los bioeticistas perderán la verdadera dimensión del sentido humano propio de la bioética médica que, tal como las demás disciplinas, tiene particularidades propias de acuerdo con sus diferentes tendencias y tradiciones culturales. Dado el incremento de la expectativa de vida de la población humana, particularmente en el mundo desarrollado y en desarrollo, mayor es la necesidad de características especiales de la atención en salud a los adultos que envejecen, lo cual significa contar con una acción mancomunada de los bioeticistas, independientemente de sus convicciones políticas y antecedentes culturales, centrada en responder adecuadamente a las necesidades de salud propias de los adultos mayores. Con esta concepción este artículo centra su interpretación en las necesidades propias del adulto mayor para referirse a las mejores conductas bioéticas para atenderlas prioritariamente con profundo sentido humano. Entender las necesidades humanas de la población mayor que de manda atención su salud, con la sensibilidad que requiere su estado emocional y afectivo, brinda a los médicos la oportunidad de que su actuación retorne a la ética clásica.As important as rules and policies are, ultimately it is ethical character which makes the difference. Not rules, nor regulations, not even laws requiring this or that behavior will generate a humane response to this new population of the elderly infirmed. Only medical professionals with character traits developed in response to patient needs will make the needed difference. If they do not attend to the classical tradition in ethics which focuses attention on the character of health care workers, bioethicists will miss an important dimension of contemporary medical Bioethics, like every international discipline has its variations, cultural styles, particular concerns, unique perspectives. Once the problem of an increasingly aging population is recognized everywhere in the developed world, then a particular style of medical care delivery is called for. This demand unites bioethicists, no matter their political or cultural background differences, in bringing the attention of medical care givers to the needs of aging patients. This article focuses attention on aging patient's needs, and the best bioethical measures to meet these needs in a humane way. Meeting this new population's medical needs provides an opportunity for medical professionals to reconnect with classical medicals ethics