El efecto negativo que causan los patógenos sobre las eficacias biológicas de sus huéspedes se denomina virulencia. Como consecuencia de este efecto, los huéspedes han desarrollado mecanismos de defensa para evitar o limitar el daño producido por los patógenos. Estos mecanismos de defensa de los huéspedes reducen a su vez la eficacia biológica de los patógenos. Por tanto, los mecanismos de virulencia y de defensa imponen presiones de selección recíprocas sobre las poblaciones de los huéspedes y los patógenos. Así, los patógenos evolucionarán para generar nuevos mecanismos de virulencia que les permitan eludir las defensas de los huéspedes. A su vez, los huéspedes evolucionaran para generar nuevas defensas más eficaces frente a los nuevos me...