El culto a la Muerte se ha extendido en el imaginario social de distintas regiones de América Latina. Algunos le llaman San Muerte (Argentina). Muerte (Colombia), o Santa Muerte (México). Es en este último país que el culto se muestra versátil, amplio e incluyente, con características que lo hacen único. Los creyentes re-inventan el tiempo social en torno a la imagen de la Santa Muerte. Conscientes de las amenazas del entorno, la violencia, inseguridad e incertidumbre que anulan su seguridad ontológica y su cotidianidad, buscan refugio en un culto que les provee una supuesta seguridad en el presente (aquí y ahora) y desplaza el futuro como un horizonte lejano. Durante mucho tiempo se creyó que sólo aquellos que viven al límite de su vida pr...