Prácticas Académicas del profesorado de la UACJ y la Política Educativa PROMEP

En un contexto internacional con interdependencia económica, los avances científicotecnológicos demandan un alto nivel de requerimientos educativos para la población escolar. Organismos internacionales han ubicado a la educación superior como el principal generador de conocimiento y promotor de desarrollo de las naciones con imperativos de calidad educativa. En México, se han implementado estrategias de política educativa nacional para el desarrollo del profesorado que labora en Instituciones de Educación Superior (IES) que identifican el grado de mejoramiento de las funciones sustantivas en docencia, investigación, gestión académica, tutoría y colaboración académica mediante el Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP). La profesionalización del profesorado y la dinámica de acción de cuerpos académicos (CA) en las Universidades Públicas Estatales mexicanas (UPES) son factores relevantes en el mejoramiento de indicadores de productividad académica. Los procesos 2 meritocráticos y la evaluación burocrática para la eficiencia promueven la producción académica del profesorado universitario en un contexto en que la eficiencia burocrática fue concebida como una solución racional a las complejidades de los problemas modernos en las IES. El plan nacional PROMEP surgió en 1996 planteado por la SEP y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) para promover la calidad de la planta docente en las UPES. Con procesos definidos de documentación, evaluación y retroalimentación del desempeño, se propone impulsar y consolidar el desarrollo de CA considerados como las agrupaciones de profesores que intervienen colectivamente en procesos de investigación siguiendo determinadas líneas de generación y aplicación del conocimiento (SEP-PROMEP 2006). Este Programa ha otorgado becas para estudio de posgrados, reconocimientos y apoyos al profesorado de tiempo completo, y el otorgamiento de nuevas plazas con el grado mínimo de maestría. El PROMEP se ubicó como un mecanismo de eficientización burocrática con enfoque de política pública que ha planteado la posibilidad de mejorar, potenciar y orientar las prácticas académicas del profesorado basado en la racionalización de la gestión académica. El manejo de la práctica por los docentes se percibe como regulador y homogenizador, no obstante de la heterogeneidad de modelos, métodos, lenguaje, técnicas, actitudes, intereses, estrategias y motivaciones del profesorado. Se ha buscado elevar la calidad educativa mediante la evaluación y control del tiempo laboral del profesorado para cumplir los objetivos planteados por el gobierno en las políticas educativas, lo cual representa el parámetro que mide la productividad académica y permite otorgar el reconocimiento: “el perfil deseable PROMEP”. La investigación se 3 incorpora como la práctica académica mayormente relevante en las universidades modernas con modelos flexibles de racionalización de la gestión académica y énfasis en los procesos de aprendizaje y metodologías tutoriales de apoyo extracurricular, más allá de la docencia, la cual había sido la principal práctica del catedrático en los modelos napoleónicos universitarios con enfoque en la enseñanza tradicional. En los años ochenta, organismos internacionales plantearon orientaciones generales para mejorar procesos de profesionalización y certificación del desempeño docente en la educación superior de los países latinoamericanos, derivados de los cambios y avances permanentes de la tecnología, la ciencia y las nuevas demandas de formación de los profesionales de la educación. En México, el proyecto modernizador exigió a las IES ofrecer servicios de calidad. La formación en posgrado y la consolidación de procesos de investigación colectiva se instalaron como los principales elementos de habilitación y productividad del profesorado universitario. La producción académica ha sido acotada mediante la administración de incentivos económicos dirigidos por organismos nacionales como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) el Fondo Nacional de Modernización de la Educación Superior (FOMES) y el Programa Nacional de Superación Académica (SUPERA) el cual antecedió al PROMEP. La habilitación, entendida como la capacidad para la investigación que poseen los integrantes de un CA equiparable al grado académico, ha sido el principal factor que han impulsado las UPES como la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, creada en 1973, que participa en los procesos de registro y adscripción a la política educativa PROMEP. El otorgamiento de recursos económicos como estímulo a la productividad académica de los profesores de tiempo completo (PTC) de la UACJ se configuró como un mecanismo 4 evaluador del desempeño individualizado. A partir del año 2003, los recursos concursables se orientaron para el desarrollo de la producción colectiva mediante la conformación institucional de los CA. Los profesores se agruparon por líneas de investigación, áreas disciplinares y perfiles de formación después de siete años en que la UACJ había estado adscrita al PROMEP. A pesar de diversas propuestas para buscar mayor vinculación entre el perfil deseable con el sistema institucional interno de incentivos, las prácticas académicas del profesorado universitario se perciben homogenizadas, en tanto se busca estandarizar los grados de su productividad mediante procesos burocráticos internos basados en la planeación estratégica. Para comprender esta situación se parte de las siguientes preguntas: ¿qué sucede en la cotidianidad de la práctica académica del profesorado universitario? ¿Cómo conceptualizan sus prácticas a partir de haber sido reconocidos por la SEP y la Institución educativa? ¿Cómo interpreta el docente de la UACJ la dinámica de producción académica y habilitación profesional mediante la política educativa PROMEP