Se tendió sobre el prado, bajo la sombra de un árbol, tal como lo habían hecho otras personas. Mientras descansaba veía corretear un grupo de niños, en torno a una roca que adornaba el parque. Relativamente cerca de donde estaba una fila continua de carros se deslizaba, en forma tranquila y ordenada, deteniéndose para el cambio de las luces del semáforo
No sé que tenga que ver el cuerpo atlético y el movimiento de gambeta del rey Pele con el pasito aci...
El hombre que estaba sentado en la puerta hilando sus recuerdos lo vio pasar montado en una mula. Ll...
Quince decenios han pasado de la hora vergonzosa. Por Berruecos sorbió el suelo de América, con avid...
Se tendió sobre el prado, bajo la sombra de un árbol, tal como lo habían hecho otras personas. Mient...
La cabaña, propiamente dicha, estaba construída a cuatro metros sobre el nivel de la arena. No le fa...
Iba descalzo y tenía la cabeza rapada. Metió una mano en el bolsillo del pantalón y volvió a contar ...
Sin ir más lejos, los diarios no podían pasar por alto esas nubes, como las noticias, esfumadas de l...
No había conocido antes el mar. Y el susurro del oleaje lo tenía en un estado parecido al asombro. D...
Un hombre cabalgaba al sur una mañana de 1898. El hombre se llamaba Tulio Varón. Montaba un caballo ...
Así como el sueño de los hambrientos está poblado de apetitosas viandas, misia Cruzanita Romero vaga...
Cuando el doctor Parecti terminó de practicar la última costura en el rostro de su paciente, le pidi...
A la montaña en que el sabio Frestón llevaba su aburrida existencia llegó el eco de unos sueños. Pro...
Esperaba la llegada de sus amigos. Había cenado, muy temprano por cierto, y un ligero sopor invadía ...
Te costará trabajo, le dije, rehabilitar esta pobre y abandonada tierra. Mi amigo me miró en silenci...
Muy señor mío: una carta de reconocimiento de un hombre, a quien usted, señor marqués, ha maltratado...
No sé que tenga que ver el cuerpo atlético y el movimiento de gambeta del rey Pele con el pasito aci...
El hombre que estaba sentado en la puerta hilando sus recuerdos lo vio pasar montado en una mula. Ll...
Quince decenios han pasado de la hora vergonzosa. Por Berruecos sorbió el suelo de América, con avid...
Se tendió sobre el prado, bajo la sombra de un árbol, tal como lo habían hecho otras personas. Mient...
La cabaña, propiamente dicha, estaba construída a cuatro metros sobre el nivel de la arena. No le fa...
Iba descalzo y tenía la cabeza rapada. Metió una mano en el bolsillo del pantalón y volvió a contar ...
Sin ir más lejos, los diarios no podían pasar por alto esas nubes, como las noticias, esfumadas de l...
No había conocido antes el mar. Y el susurro del oleaje lo tenía en un estado parecido al asombro. D...
Un hombre cabalgaba al sur una mañana de 1898. El hombre se llamaba Tulio Varón. Montaba un caballo ...
Así como el sueño de los hambrientos está poblado de apetitosas viandas, misia Cruzanita Romero vaga...
Cuando el doctor Parecti terminó de practicar la última costura en el rostro de su paciente, le pidi...
A la montaña en que el sabio Frestón llevaba su aburrida existencia llegó el eco de unos sueños. Pro...
Esperaba la llegada de sus amigos. Había cenado, muy temprano por cierto, y un ligero sopor invadía ...
Te costará trabajo, le dije, rehabilitar esta pobre y abandonada tierra. Mi amigo me miró en silenci...
Muy señor mío: una carta de reconocimiento de un hombre, a quien usted, señor marqués, ha maltratado...
No sé que tenga que ver el cuerpo atlético y el movimiento de gambeta del rey Pele con el pasito aci...
El hombre que estaba sentado en la puerta hilando sus recuerdos lo vio pasar montado en una mula. Ll...
Quince decenios han pasado de la hora vergonzosa. Por Berruecos sorbió el suelo de América, con avid...