Sí, claro que me acordaba ... La sola mención hecha por mi hermana de su nombre lejanísimo, descorrían en un instante para mí los cortinajes silenciosos del recuerdo. Era aquella mujercita de Los Corbones que servía en la casa de la abuela
Lo supe desde el primer momento que te vi, que tú, mi reina, estabas destinada al sufrimiento. A l...
El mozo tiene apenas veinte años, un poco corridos, y acaba de llegar de Europa. Es bien plantado, y...
Anoche se me apareció una monja, dijo la niña. Anselmo estaba acostado en el catre, leyendo la hoja ...
Sí, claro que me acordaba ... La sola mención hecha por mi hermana de su nombre lejanísimo, descorrí...
No había conocido antes el mar. Y el susurro del oleaje lo tenía en un estado parecido al asombro. D...
Es un romance a lo divino (contrafactura) de un texto sobre Bernardo del CarpioCopia digital. Vallad...
No recuerdo si usaba zapatos, solo que era una época difícil para la familia. Una racha de mala suer...
Así como el sueño de los hambrientos está poblado de apetitosas viandas, misia Cruzanita Romero vaga...
Iba descalzo y tenía la cabeza rapada. Metió una mano en el bolsillo del pantalón y volvió a contar ...
Copia digital. Valladolid : Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo, 2009-201
Las tres pasas (y otras historias). Esther Fleisacher. Editorial Universidad de Antioquia, Colección...
Copia digital. Valladolid : Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo, 201
La jovencita tenía ese aire tímido y vagamente patético de las dulces amantes recién iniciadas. No e...
Me gustaría haber contado entonces - hace ya mucho tiempo - la historia aquella, tal como saliera de...
Frente a los anchos balcones de la vieja casa del notario, se extiende, tranquilo y apacible en la t...
Lo supe desde el primer momento que te vi, que tú, mi reina, estabas destinada al sufrimiento. A l...
El mozo tiene apenas veinte años, un poco corridos, y acaba de llegar de Europa. Es bien plantado, y...
Anoche se me apareció una monja, dijo la niña. Anselmo estaba acostado en el catre, leyendo la hoja ...
Sí, claro que me acordaba ... La sola mención hecha por mi hermana de su nombre lejanísimo, descorrí...
No había conocido antes el mar. Y el susurro del oleaje lo tenía en un estado parecido al asombro. D...
Es un romance a lo divino (contrafactura) de un texto sobre Bernardo del CarpioCopia digital. Vallad...
No recuerdo si usaba zapatos, solo que era una época difícil para la familia. Una racha de mala suer...
Así como el sueño de los hambrientos está poblado de apetitosas viandas, misia Cruzanita Romero vaga...
Iba descalzo y tenía la cabeza rapada. Metió una mano en el bolsillo del pantalón y volvió a contar ...
Copia digital. Valladolid : Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo, 2009-201
Las tres pasas (y otras historias). Esther Fleisacher. Editorial Universidad de Antioquia, Colección...
Copia digital. Valladolid : Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo, 201
La jovencita tenía ese aire tímido y vagamente patético de las dulces amantes recién iniciadas. No e...
Me gustaría haber contado entonces - hace ya mucho tiempo - la historia aquella, tal como saliera de...
Frente a los anchos balcones de la vieja casa del notario, se extiende, tranquilo y apacible en la t...
Lo supe desde el primer momento que te vi, que tú, mi reina, estabas destinada al sufrimiento. A l...
El mozo tiene apenas veinte años, un poco corridos, y acaba de llegar de Europa. Es bien plantado, y...
Anoche se me apareció una monja, dijo la niña. Anselmo estaba acostado en el catre, leyendo la hoja ...