Towards a Unity of the Human Behavioral Sciences

Despite their distinct objects of study, the human behavioral sciences all include models of individual human behavior. Unity in the behavioral sciences requires that there be a common underlying model of individual human behavior, specialized and enriched to meet the particular needs of each discipline. Such unity does not exist, and cannot be easily attained, since the various disciplines have incompatible models and disparate research methodologies. Yet recent theoretical and empirical developments have created the conditions for unity in the behavioral sciences, incorporating core principles from all fields, and based upon theoretical tools (game theory and the rational actor model) and data gathering techniques (experimental games in laboratory and field) that transcend disciplinary boundaries. This paper sketches a set of principles aimed at fostering such a unity. They include: (a) evolutionary and behavioral game theory provides a transdisciplinary lexicon for communication and modelbuilding; (b) the rational actor model, rooted in biology but developed in economic theory, applies to all the human behavioral disciplines. This model treats actions as instrumental towards satisfying preferences. However, the content of preferences must be empirically determined. Moreover, the rational actor model is based on a notion of preference consistency that is not universally satisfied, so its range of applicability must also be empirically determined; (c) controlled experiments have been underutilized in most behavioral disciplines. Game theory and the rational actor model can be used as the basis for formulating, deploying, and analyzing data generated from controlled experiments with human subjects.A pesar de que tienen objetos de estudio distintos, todas las ciencias del comportamiento humano cuentan con modelos de la conducta humana individual. La unidad de tales ciencias requiere un modelo común subyacente de comportamiento humano individual, especificado y enriquecido para satisfacer las necesidades particulares de cada disciplina. No existe tal unidad, y no puede ser fácilmente alcanzada, dado que que las diversas disciplinas tienen modelos incompatibles y metodologías de investigación dispares. Con todo, recientes desarrollos teóricos y empíricos han creado las condiciones para la unidad de las ciencias del comportamiento, incorporando principios centrales en todos los campos, y basándose en herramientas teóricas (como la teoría de juegos y el modelo de actor racional) y técnicas de recogida de datos (como los juegos experimentales de laboratorio y sobre el terreno) que transcienden las fronteras disciplinarias. Tales desarrollos incluyen: (a) la teoría de juegos evolucionaria y conductual, que proporciona un léxico transdisciplinar para la comunicación y la construcción de modelos; (b) el modelo de actor racional, anclado en la biología pero desarrollado por la teoría económica, que se aplica en todas las disciplinas del comportamiento humano. Este modelo trata las acciones como instrumentales, dirigidas a la satisfacción de las preferencias. Sin embargo, el contenido de las preferencias debe ser empíricamente determinado. Además, el modelo de actor racional está basado en una noción de la consistencia de las preferencias que no se satisface universalmente, de modo que su rango de aplicabillidad debe determinarse también empíricamente; (c) los experimentos controlados, que han sido infrautilizados en la mayoría de las ciencias del comportamiento. La teoría de juegos y el modelo de actor racional pueden ser usados como base para formular, desplegar y analizar datos generados a partir de experimentos controlados con sujetos humanos