Producción experimental de abortos y malformaciones fetales

El conocimiento de la existencia de malformaciones fetales es tan antiguo como la humanidad. Cuando Homero habla, en la Odisea, de los cíclopes es, sin duda, porque conocía que habían nacido niños con un solo ojo central. Durante muchos siglos el interés por las malformaciones era puramente anecdótico y anatómico. Los médicos se limitaban a describir las malformaciones desde el punto de vista morfológico, y a tratar de agruparlas en clasificaciones como la clásica de Geophroy Saint Hilaire. Desde el punto de vita etiológico las creencias eran descabelladas sin encontrar una explicación satisfactoria. CONCLUSIONES 1. Determinadas sustancias, inyectadas a ratas preñadas, producen muchas muertes de embriones y/o abortos; alguna vez producen malformaciones. 2. Se mostraron activas, a este respecto, las Tolbutamidas, el Lagactil, Salicilato sódico, T.E.M. (Tri-etilen-melamina), Boidramina y Trilafon. 3. Fueron inofensivas Cortisona, Rauwolfia y Monóxido de Carbono. 4. Se producen más abortos cuando la sustancia activa es administrada en los días 3º al 8º del embarazo, menos desde el 9º al 12º y no se producen cuando se inyectan antes del día 3º o después del 12º. 5. Algunas sustancias (Tolbutamidas, T.E.M. y Trilafon), son más abortígenas cuando se inyectan desde el 3º al 6º día del embarazo. Otras (Largactil, Salicilato Sódico y Biodramina), fueron más activas si se inyectaron del 6º al 10º día. 6. Las malformaciones se produjeron cuando las sustancias fueron inyectadas entre el 7º y el 12º día del embarazo. 7. Cuando se aumentó las dosis administradas, aumentó también la proporción de abortos. 8. Es de aceptar la posibilidad de que los hechos suceden de modo parecido en muchos abortos humanos. 9. No se pueden, sin embargo, trasladar los resultados experimentales a la clínica humana