El SIDA, o síndrome de inmunodeficiencia adquirida, fue definido originariamente de forma empírica por los Centros de Control de Enfermedades de Atlanta (EE.UU.) (Centers for Disease Control, C.D.C.) como “la presencia de una enfermedad, diagnosticada de forma fiable, que al menos sea moderadamente indicativa de un defecto subyacente de la inmunidad celular”. Después de la identificación del virus causal, el VIH (antes denominado HTLV-III/LAV), y el desarrollo de pruebas sensibles y específicas de infección por VIH, la definición de SIDA ha sufrido una revisión sustancial. La actual definición de seguimiento incluye la presencia de diversos trastornos oportunistas diagnosticados, ya sea como presunción o definitivamente, en sujetos con prue...