El autor profundiza en las raíces espirituales más hondas de tres de los grandes místicos de la Compañía de Jesús. El autor hace descubrir que ellos vivieron en permanente sintonía con el Espíritu de Dios y en constante combate espiritual, calificándolos de auténticos poetas de la espiritualidad: “Hoy, ante las múltiples manifestaciones sobre el jubileo de San Ignacio, San Francisco Javier y del Beato Fabro, la pregunta se vuelve más cercana y palpitante. Cada uno de ellos muestra esa gracia cuatriforme de la vida consagrada. Historias, talantes, temperamentos y pasiones diversas. Cada uno queriendo tener nombre sea por las armas, las letras o los títulos. Todos ellos universitarios en un siglo que era cambio de época y cercanos a fundacion...